Ayer después de comer salimos de Frank Joseph dirección Punakiki, donde está el Paparona National Park y sus famosas "Pancake Rocks". Teniamos pensado pasar la noche allí, para así, llegar pronto al parque.
Al llegar al pueblo, estuvimos buscando sitio donde aparcar y pasar la noche, pero dado que no encontramos nada, acabamos en un cutre-motor camp. Las instalaciones no eran nada del otro mundo, pero por lo menos era barato y como solo ibamos de paso, nos sirvió para dormir, llenar el depósito de agua y cargar las baterias de la caravana. Por la mañana, ha amanecido nublado, pero por lo menos no llueve, así que, tras desayunar, salimos hacia el Parque Natural donde están las formaciones rocosas con forma de montaña de crepes, las "Pancake Rocks".
A las formaciones rocosas en cuestión se llega tras un paseo por el típico bosque de aquí, muy húmedo, de vegetación muy espesa y lleno de musgo. El Paparona National Park está en una zona costera donde la montaña se encuentra con el mar creando piscinas, cortados, puentes, etc. de caprichosas formas. Hay un senda habilitada para recorrerlas todas, pasando tambien por unas grietas por donde el mar silba y escupe agua cuando las condiciones de la marea son propicias.
Despues de esto, nos subimos a la caravana para seguir haciendo camino, ya que hoy va a ser uno de los días con más kilómetros a recorrer. La idea es llegar a domir a las inmediaciones del Parque Natural de Abel Tasman.
De camino a Motueka, paramos en la garganta del rio Buller para cruzar el puente colgante más largo de Nueva Zelanda, con 110 metros. La verdad es que, pese a que ya habíamos cruzado varios en la zona de Fiorland, impresionaba bastante, era muy estrecho y bastante inestable, y aunque estaba todo cerrado (era imposible caerse), ibamos "bien agarraditos" a los laterales :-D
Ya en Motueka, buscamos un Motor Camp donde pasar la noche y nos vamos a cenar a The Ghotic, una antigua iglesia presbiteriana que se rehabilitó como restaurante, famoso por su carne a la piedra. Para cenar tomamos la sopa del día, que resultó ser de cebolla y como plato principal Monika pidió vieiras y yo la especialidad de la casa: un solomillo de 500 gr que me sacaron completamente crudo con su correspondiente piedra caliente para que me lo cocinara a mi gusto...
je, je, como imaginareis dimos buena cuenta de todo. Para acabar de rellenar huecos tomamos de postre: helado (una montaña) y una pudding de manzana que también estaba muy bueno.
El plan para mañana es visitar el "Abel Tasman National Park", así que nos vamos a dormir.
A las formaciones rocosas en cuestión se llega tras un paseo por el típico bosque de aquí, muy húmedo, de vegetación muy espesa y lleno de musgo. El Paparona National Park está en una zona costera donde la montaña se encuentra con el mar creando piscinas, cortados, puentes, etc. de caprichosas formas. Hay un senda habilitada para recorrerlas todas, pasando tambien por unas grietas por donde el mar silba y escupe agua cuando las condiciones de la marea son propicias.
Despues de esto, nos subimos a la caravana para seguir haciendo camino, ya que hoy va a ser uno de los días con más kilómetros a recorrer. La idea es llegar a domir a las inmediaciones del Parque Natural de Abel Tasman.
De camino a Motueka, paramos en la garganta del rio Buller para cruzar el puente colgante más largo de Nueva Zelanda, con 110 metros. La verdad es que, pese a que ya habíamos cruzado varios en la zona de Fiorland, impresionaba bastante, era muy estrecho y bastante inestable, y aunque estaba todo cerrado (era imposible caerse), ibamos "bien agarraditos" a los laterales :-D
Ya en Motueka, buscamos un Motor Camp donde pasar la noche y nos vamos a cenar a The Ghotic, una antigua iglesia presbiteriana que se rehabilitó como restaurante, famoso por su carne a la piedra. Para cenar tomamos la sopa del día, que resultó ser de cebolla y como plato principal Monika pidió vieiras y yo la especialidad de la casa: un solomillo de 500 gr que me sacaron completamente crudo con su correspondiente piedra caliente para que me lo cocinara a mi gusto...
je, je, como imaginareis dimos buena cuenta de todo. Para acabar de rellenar huecos tomamos de postre: helado (una montaña) y una pudding de manzana que también estaba muy bueno.
El plan para mañana es visitar el "Abel Tasman National Park", así que nos vamos a dormir.
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