Aquest blog naix amb la intenció de compartir fotos i vivències dels viatges i escapadetes que puga'm anar fent.

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viernes, 10 de septiembre de 2010

Moeraki – Dunedin – Nugget Point

Tercer día de viaje, nos levantamos junto a la playa (un poco tarde porque no oímos el despertador a las 06:00 h) y después de desayunar salimos hacia Dunedin. A partir de hoy vamos a tomar contacto con los Catlins, una región que combina pastos de ganado, bosque autóctono y abruptas playas y bahías. La mejor forma de recorrer esta región es siguiendo la “Southern Scenic Route”, una carretera que sigue la costa sur de la isla y que va mostrándonos los mejores rincones de la costa. En casi todas las playas se pueden ver leones marinos, pingüinos y albatros, aunque son animales totalmente salvajes y verlos no es tarea fácil (je, je, aunque ya hemos visto dos pinguinos de ojos amarillos y tres leones marinos).


La verdad es que es muy difícil describir lo que nos ofrece esta zona, está siendo una verdadera delicia recorrerla con la autocaravana.


Llegamos a Dunedin, enclavada en el puerto de Otago y su famosa península. En esta encantadora ciudad visitamos la fábrica de chocolate de Cadbury’s, muy conocida tanto en NZ como en Australia, la estación de tren, que presume de ser el edificio más fotografiado del país y Baldwin Street, la calle más empinada del mundo…





Después de visitar la ciudad fuimos a la Península de Otago, colonia de pingüinos de ojos amarillos y albatros reales, una zona increíble presidida por el Castillo de Larnack, construido por un millonario en honor a su mujer francesa que falleció tras casarse. El tal Larnack se suicidó en el senado totalmente arruinado tras saber que su última mujer le era infiel con su hijo predilecto.


Para acabar el día nos acercamos al Nugget Point, un faro al que se accede por una carretera sin asfaltar que tiene un significado especial para nosotros, ya que era la portada de un especial de Lonely Planet sobre Nueva Zelanda que nos incitó a descubrir este maravilloso país (bueno, este faro y el Milford Track, “el camino más bonito del mundo”). Os dejamos por ahora con el faro…


2 comentarios:

  1. Un par de cosas: el tal Larnack era un desgraciado y su historia nos recuerda aquello de que, afortunadamente, "el dinero no da la felicidad" (aunque ayuda costeando viajes como el vuestro, cabrones).
    La calle esa se sube con crampones y piolet??? No me quiero ni imaginar los gemelos de las abuelas de ese barrio....brrr!!!
    Espectacular la foto del faro. Para cuándo una de algún pingüino de ojos amarillos??

    Un abrazo.

    IRIS

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  2. Je, je, los pingüinos corren más que nosotros, creo que te tendrás que conformar con una de lejos (y fiarte de nosotros cuando te digamos que ese punto negro es un pingüino ;-)

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